El 11 de marzo de 2004, me desperté más tarde de lo habitual porque estaba en mi mes de prácticas de la carrera, de hecho era mi primera semana. En lugar de ir a Madrid como todos los días, en lugar de ir a Atocha como siempre, cogí el coche para ir en dirección contraria y encontrarme con un control de la guardia civil. Treinta minutos después, no más, no pude coger el móvil porque estaba hablando con un guardia, me llamó histérica una amiga desesperada, pensaba que podía estar muerta y se había asustado porque no pude coger antes el teléfono. Gritaba desesperada y dijo "tengo que seguir llamando". Llegué a las prácticas y nos miramos todos porque no sabíamos qué pasaba. Llamé a otros amigos, no todos aparecían.
Cuando cogía el teléfono solo decía "no te preocupes, estoy de prácticas y no tenía que coger el tren hoy". Pero otros muchos si lo hicieron y ahora sé que fue suerte, que muchos la tuvimos, y que el mundo nunca ha vuelto a ser el mismo. Todavía sueño con los trenes malditos y al menos una vez al año pinso que pude ir dentro de uno de ellos.
Joer, tia, me has dejado sin habla, si que fue suerte, me alegro mucho que no cogieras el tren ese fatídico día. España entera estaba en Madrid aquel día. Aprovechemos cada instante, que no sabemos si serán los últimos ;-) Carpe diem!!!Besitos
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