lunes, 15 de octubre de 2012

Tener y no tener

Tenerte en el mundo de los sueños y en el real es lo mismo, aunque no sea nada. Pensar en ti, en tus calles tortuosas, en tus olores característicos, recordar tu tacto y tus colores y descubrirte en lugares recónditos y lejanos, en esquinas de otros lugares. Buscarte en otro mundo, en el actual, en los quioscos de prensa escritos en otra lengua, encontrarte en la pantalla del móvil o hablando con la gente, que te recrea con palabras no tan amadas como las mías.

Vivirte cada noche, como cuando cuando era real. Hoy es Atocha (perder el búho y esperar en el bar de taxistas), ayer fue Ciudad Universitaria (con su luz y sus sobras y como no, mis decrépitos edificios de letras), el otro día, el Templo del gato (con su música y sus tercios, los de siempre)... Y así cada noche, Madrid y yo nos reencontramos...