sábado, 16 de marzo de 2013

Sueños

Ayer soñé que estabas muerto, lo soñé con tanta claridad que tuve miedo de mi propia mente. Me desperté con la horrible sensación de pensar que fuese verdad, de que ya no existieses, de que te hayas diluido más allá de mi mente. Sentí un dolor infinito y supe la verdad. Supe que todo estaba roto, que no hay salvación y que el mundo nunca es suficiente..

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Adelante, no seas tímido...