Sentir que soy yo quien camina, quien busca, quien atiende y olvida.
Sentir cansancio, felicidad, soledad y tristeza.
Sentir hambre, frío y calor.
Sentir el dolor causado por una sandalia, por una traición, por un desamor.
Sentir, en definitiva, sentir...
Efectivamente, porque eres humana, sientes. Y necesitas compartirlo con tus amigos. Sea lo que sea lo que sientes, ¡ánimo!
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