jueves, 18 de julio de 2013

Retorno


   Por fin he retornado al origen, aunque no puedo prometer que sea por mucho tiempo. He vuelto a vislumbrar mi alma y sus recodos, todo lo oculto tras dos años de ausencias. He atisbado los días eternos y las noches interminables. He recuperado a la Luna reclamando su espacio y al Sol enamorado de la tierra. Cuando no estás, olvidas determinadas cosas, como el calor de la luz acariciando la piel, los sabores añorados de la comida o las bebidas, el tacto de la ciudad. En esos momentos gloriosos valoras el cielo azul con sus nubes al atardecer, callejear por lugares propios por inercia, sin pensar, sin recordar, sin preguntar... Conocer el camino que siguen tus pasos y sentir que perteneces, que eres parte de ese lugar, que eres un fragmento minúsculo de ese Madrid que amas y odias al mismo tiempo. Sentir que todo es como debe ser y que no hay más destino que ese.

1 comentario:

Adelante, no seas tímido...