Y todo cayó en el saco de las intenciones olvidadas, los planes nunca hechos, los besos nunca dados, los abrazos reprimidos, los sentimientos no dichos... Aquel suceso, simplemente, acabó excluído de la vida como si nunca hubiera pasado, como si nadie lo hubiera realizado... No dejó marca en su mundo, no influyó en los otros, no hizo sentir a los que le rodeaban... Nada, nada pasó... Y aún así, consiguió cambiar su minúscula existencia.
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Adelante, no seas tímido...